"Manifiesto de Interiores" explica la arquitectura contemporánea como el resultado de la intersección entre los espacios físicos y los mediados —aquellos de la comunicación de masas, las artes visuales, o las plataformas digitales. Si Internet ha acelerado la superposición entre múltiples medios y modos de experiencia en las últimas décadas, el autor se remonta al Renacimiento, en particular a la invención de la perspectiva y de las proyecciones ortogonales en arquitectura, para explicar el origen histórico de este proceso. En la época moderna, Le Corbusier fue el precursor de una experiencia multimedia de la arquitectura a través de un pensamiento cinematográfico del espacio, de un meticuloso control de la fotografía y de la edición gráfica de sus publicaciones. A partir de esta comprensión de una arquitectura inscrita en un haz de medios, Contreras dibuja una poiética de la arquitectura interior como verdadero lugar de experimentación transdisciplinar en la encrucijada entre arquitectura e imagen, fisicidad y virtualidad. Considerando cualquier forma de representación como potencialmente arquitectónica —desde la escritura hasta la fotografía, desde el dibujo hasta el cine—, su teoría aborda los interiores contemporáneos como plataformas de "medios expandidos" que pertenecen a diferentes lugares y temporalidades, incluyendo fenómenos recientes como las redes sociales o la crisis de la Covid, que reafirman el papel de la arquitectura interior en la construcción de la contemporaneidad.