La demografía ha sido una disciplina pionera en el análisis de biografías, a través del desarrollo de encuestas longitudinales y retrospectivas, y el estudio de los efectos de la edad y la generación sobre los cursos de la vida. Este enfoque basado en la dimensión temporal, en la observación de las dinámicas poblacionales, permite abordar temas muy variados como la evolución de la composición de los hogares a lo largo del tiempo, la entrada a la vida adulta, las transiciones entre las edades de la vida, la entrada en unión y las rupturas conyugales, las trayectorias reproductivas, las movilidades espaciales y residenciales o las reconversiones profesionales (Antoine y Lelièvre, 2006).