El populismo de Kais Saied como cristalización de la crisis del régimen parlamentario tunecino
Résumé
Diez años después de la revolución, la reciente proclamación del estado de emergencia, el 25 de julio de 2021, por el presidente de la República, Kais Saïed, basada en una lectura "extensiva" del artículo 80 de la Constitución, parece ser un síntoma de la "crisis orgánica", según la terminología gramsciana, que atraviesa actualmente Túnez. En otras palabras, es el resultado de la disfunción de las instituciones políticas parlamentarias, incapaces de regular las tensiones sociales generadas por el funcionamiento del "régimen rentista mafioso" instaurado en la época del presidente Ben Ali. Las manifestaciones populares de aprobación de la decisión adoptada por el presidente Kais Saïed de congelar los trabajos del Parlamento y levantar la inmunidad de los diputados reflejan, por un lado, una desautorización del orden parlamentario instituido por la Constitución de 2014 y, por otro, un rechazo al reparto del poder, de sus privilegios y rentas, entre los cuadros dirigentes del movimiento islamoconservador Ennahdha y una parte de las élites del antiguo régimen. Queda por ver si la voluntad del Presidente Kais Said de "corregir la trayectoria" de la revolución, es decir, de instaurar un régimen político que articule formas de democracia directa y un Presidente de la República fuerte que se afirme como "boca del pueblo", es capaz de establecer una nueva forma de gubernamentalidad que resuelva el hiato entre representantes y representados, o si su discurso y sus prácticas, que en nuestra opinión son fruto de un populismo moralizante, son una puerta abierta a la emergencia de un régimen autoritario.
Origine | Fichiers éditeurs autorisés sur une archive ouverte |
---|