Esta comunicación en el seminario “Pensar la emancipación desde el espacio social” busca intercambiar nuestra experiencia de investigadores y profesores comprometidos en una perspectiva crítica y radical así como seguir el trabajo reflexivo iniciado sobre nuestra implicación al interior de la institución universitaria. Si queremos insistir sobre los colectivos a los cuales hemos participado con el propósito de realizar este compromiso, no podemos ocultar nuestras trayectorias sociales e institucionales que explican, influyen y alimentan nuestra perspectiva científica. Ambos estudiantes en doctorado de ciencias sociales sin financiamiento (cuyo sujeto de tesis no es tal vez sin vínculo con la ausencia de beca institucional), hemos experimentado la precariedad y la flexibilidad en el trabajo cuando se necesitó asegurar nuestras condiciones materiales de investigación y de existencia. La primera materialización de nuestro compromiso crítico y radical se produjo durante este periodo de trabajo como vigilante en un liceo y después como profesor temporal en la universidad. Frente a la atomización y a la competencia entre los colegas pero también frente a la indiferencia de las organizaciones sindicales mayoritarias (inscritas en lógicas burocráticas, corporativistas y cogestionarías), hemos participado a la institucionalización de colectivos de asalariados con el fin de crear vínculos colectivos y una fuerza colectiva capaz de ejercer un (contra-) poder sobre la estructura de dominación para mejorar nuestras condiciones de trabajo y de empleo. Esas reivindicaciones inmediatas, e incluso para solamente hacer cumplir el derecho, no fueron sin embargo separadas de una crítica global sobre las condiciones estructurales de estos procesos que vivíamos, particularmente la restructuración del Estado en contexto capitalista neoliberal. Esta implicación en las luchas sobre nuestros lugares de trabajo se prolongó en la apertura de áreas de investigación sobre los movimientos sociales y la acción colectiva conflictual así como sobre la reconfiguración de las relaciones de clase en las sociedades capitalistas contemporáneas. La organización del Seminario Practica e Idea de la Emancipación con jóvenes investigadores de sociología y geografía social constituye la segunda materialización de nuestra perspectiva crítica y radical. Frente a la orientación dominante de la universidad, particularmente el reciente giro neoliberal de contratación utilitarista de la investigación, se buscó constituir un proyecto común de reflexión sobre las luchas contemporáneas contra las relaciones de dominación, explotación y alienación con el propósito de producir fisuras en el saber instituido y de asumir nuestro posicionamiento ideológico dentro de la institución. El concepto de emancipación permito federar las distintas sensibilidades ideológicas y políticas de los miembros del colectivo de organización del seminario, colectivo fundado sobre lógicas afinatarias y políticas buscando desarrollar prácticas democráticas en una institución regida por el corporativismo y el autoritarismo. Con la voluntad de subvertir la lógica encerrada y elitista de la universidad, hemos tratado en cada sesión de asociar sin jerarquizar un investigador y un militante. El objetivo de esta apertura del seminario a los activistas era de acentuar la porosidad de las fronteras entre dos campos del mundo social que no se habla para establecer diálogos e incluso construir proyectos en común. La reflexión sobre estos dos ejes constituyentes de nuestro compromiso crítico y radical vislumbra una coherencia en cuanto a nuestra concepción de la emancipación y nos lleva a proponer a la discusión tres conclusiones trasversales. Primero, estimamos que el proceso de emancipación debe vincular de manera necesaria y continua, en un mismo movimiento dialectico, las prácticas y las ideas de la emancipación para mantener la unidad de la praxis revolucionaria. Segundo, la forma del colectivo permite dar vida a los principios de la democracia directa en la óptica de una coproducción igualitaria de un común abierto e indeterminado. Esta organización asume de manera pragmática la dimensión conflictual de la democracia contra el dogmatismo o el purismo de algunas franjas de los movimientos radicales. Tercero, nuestra concepción de la emancipación postule una articulación necesaria y posible de los distintos corrientes y teorías críticos y radicales (feminismo, antirracismo, anticapitalismo, anarquismo, etc.) así como la articulación de reivindicaciones inmediatas de la vida cotidiana y perspectiva global de transformación social. * Source : https://pensarlaemancipacion.files.wordpress.com/2015/10/mathieu-uhel-y-simon-leroulley.pdf (consulté le 18/12/2019)